Guadalajara: 482 años de historia y de acción civilizadora del catolicismo
- Staff
- 13 feb
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El aniversario de Guadalajara nos invita a seguir impulsando una sociedad basada en la verdad, la libertad y la caridad. Hoy más que nunca, es necesario recuperar el espíritu de quienes hicieron de esta ciudad un lugar de encuentro, fe y esperanza.

14 de febrero de 2025.- El 14 de febrero de 1542 marca la fundación de Guadalajara, Jalisco, una ciudad que con el tiempo se consolidaría como el motor económico, cultural y religioso del occidente de México. Más allá de su crecimiento como metrópoli, la historia de Guadalajara está íntimamente ligada a la acción de la Iglesia católica, no solo en su papel evangelizador, sino en la construcción de instituciones educativas, de salud y asistencia social que fueron fundamentales para su desarrollo.
Desde sus primeros años hasta la actualidad, la Iglesia ha sido un pilar en la configuración del tejido social, educativo y cultural de Guadalajara, impulsando el espíritu comunitario y los valores de fe y servicio que han definido a los tapatíos a lo largo de los siglos.
Guadalajara no se estableció de inmediato en su ubicación actual. Antes de asentarse en el Valle de Atemajac tuvo tres intentos fallidos de fundación en Nochistlán, Tonalá e Ixtlahuacán del Río. Debido a la resistencia indígena, fue hasta 1542, bajo la dirección de Cristóbal de Oñate, que la ciudad finalmente se consolidó en su actual ubicación, recibiendo su nombre en honor a la ciudad natal de Nuño de Guzmán en España.
Sin embargo, la verdadera construcción de la sociedad tapatía no solo fue una obra de conquistadores y colonos, sino de la Iglesia Católica, que desde el principio sentó las bases espirituales, educativas y asistenciales de la ciudad. El primer obispo de Guadalajara, Pedro Gómez Maraver, llegó en 1548 y trabajó activamente en la organización de la ciudad, impulsando la construcción de iglesias, conventos y centros de enseñanza que definirían su identidad.
Uno de los momentos clave en la historia de la ciudad fue la edificación de la Catedral de Guadalajara, cuya construcción comenzó en 1561 y que con el tiempo se convertiría en el símbolo espiritual y cultural de la ciudad. A lo largo de los siglos, la Iglesia ha sido la principal promotora de la educación, la caridad y el desarrollo social en Guadalajara, impulsando obras e instituciones que han dejado una huella imborrable. Desde sus inicios, la Iglesia no solo evangelizó, sino que también se convirtió en la gran promotora del conocimiento y la enseñanza en la región.
La Real y Literaria Universidad de Guadalajara (1792), fundada con el apoyo del obispo fray Antonio Alcalde, formó a las primeras generaciones de profesionales en la Nueva Galicia. El Seminario Conciliar de San José, creado en el siglo XVII, ha sido clave en la formación de sacerdotes y líderes sociales, muchos de los cuales han desempeñado un papel crucial en la historia de México. Durante el periodo colonial, los conventos dominicos, franciscanos y jesuitas no solo fueron centros de evangelización, sino también de enseñanza y producción literaria, preservando manuscritos e impulsando la educación en la Nueva España.
Uno de los legados más importantes de la Iglesia en Guadalajara ha sido su labor asistencial, promoviendo la creación de hospitales, asilos y albergues que han brindado apoyo a los sectores más vulnerables de la sociedad. El Hospital Civil de Guadalajara (1794), fundado por el obispo fray Antonio Alcalde, sigue siendo una de las instituciones médicas más importantes de México y ha atendido a millones de personas a lo largo de los siglos.
El Hospicio Cabañas (1791), considerado una de las obras de caridad más grandes de América, brindó refugio, educación y asistencia a huérfanos y desamparados, reflejando el compromiso de la Iglesia con la justicia social. Es una ciudad donde la fe y la cultura han caminado de la mano.
La Iglesia ha sido promotora de las festividades religiosas y tradiciones populares que han dado identidad a la región. La Romería de la Virgen de Zapopan, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es una de las manifestaciones de fe más grandes de México, reuniendo a millones de fieles cada año. Las festividades de Semana Santa y las posadas son eventos que reflejan el sincretismo cultural y la devoción tapatía. Desde la Catedral Metropolitana hasta el Templo Expiatorio y la Basílica de Zapopan, las construcciones religiosas han definido el rostro de la ciudad y son testigos de su historia.
A 482 años de su fundación, Guadalajara sigue siendo un referente nacional en educación, cultura y fe. A pesar de los cambios sociales y políticos, la Iglesia continúa desempeñando un papel fundamental en la vida de la ciudad, a través de la educación, el servicio a los más necesitados y la promoción de valores que fortalecen la comunidad.
El aniversario de Guadalajara nos invita a seguir impulsando una sociedad basada en la verdad, la libertad y la caridad. Hoy más que nunca, es necesario recuperar el espíritu de quienes hicieron de esta ciudad un lugar de encuentro, fe y esperanza. En este aniversario, celebramos no solo la historia de Guadalajara, sino el compromiso de seguir construyendo su futuro con los mismos valores que le dieron origen.
¡Feliz Aniversario, Guadalajara! Que sigas siendo faro de esperanza y justicia para México.
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